Trabajadora y experimentadora de y con los diversos lenguajes artísticos. Tengo un vínculo estrecho con la escritura, la lectura y la viva voz que encarna, traduce, interpela y colectiviza las letras en palabras y en susurros. Soy poeta, artista de la palabra. Tengo el interés y la voluntad puesta en dar lugar a lo que habita detrás de los abismos, lo que sucede a los costados de las fronteras. Utilizo la curaduría como práctica transversal a todas mis acciones; la considero una herramienta afectiva, feminista, vital y reflexiva que permite modificar las lógicas y probar otras nuevas.
Ante todo: una Dalila observadora, en constante devenir, indagando en los bordes oscuros y habilitando la expresión artística como medio de creación de nuevos mundos.